EL AMOR DE SIEMPRE, PARA TODA LA VIDA

EL AMOR DE SIEMPRE, PARA TODA LA VIDA

domingo, 5 de junio de 2011

Yo quiero amarte, sin confundirme contigo.
Escucharte siempre sin juzgarte; aceptarte sin condición alguna.
Saber acompañarte sin invadir tu intimidad.
Aprender a ser para ti útil, sin pretender ser indispensable.
Poder acudir a ti, sin hacerme dependiente.
Ser para ti único, sin querer serlo todo.
A veces convencerte, pero nunca, ¡nunca vencerte!

Invitarte, sin imponerte mi preferencia.
Siempre apreciarte sin calificarte,
y aprender a corregirte sin hacerte sentir mal.
Poder contemplarte y admirarte, sin querer por ello poseerte.

Entrar y ocupar, de manera mínima,
un pequeño espacio en tu corazón,
para que si un día no estoy y me requieras,
encuentres mi recuerdo allí dentro,
entre los instrumentos y los tesoros del ático de tu alma;
como un objeto que nunca te estorbe desde el pasado,
pero del que podrás disponer en el porvenir.

Así, sabré ayudarte sin humillarte;
apoyarte sin hacerte minusválida.
Así, podré apartarme de ti sin sentir culpa,
y tú, alejarte de mi sin que yo te culpe.
Así, podré yo, ser “yo” siempre contigo,
y te dejaré ser siempre “tú”,
sin estorbar tu personal y único proyecto vital.

Así, sabré aceptar y apreciar lo que tú me quieras dar,
y seré capaz de darte lo que esperas de mi.
Así sin fingimientos, ni temor, ni culpa,
podremos caminar juntos y libres por la vida,
por mucho, pero mucho tiempo más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario